Los gluteos de un recién nacido son muy pequeños, por eso la vacuna al nacimiento no se pone ahí sino en el muslo. Los pliegues de ambos gluteos suelen ser iguales. Cuando no es así puede haber problemas en las caderas. Entre ellas, en la colita, suele haber un pliegue de profundidad variable y en algún caso con una fístula en el fondo (una fosita con secreción). Las fístulas suelen infectarse y si esto pasa se deben operar.
En la zona baja de la espalda puede aparecer también una mancha morada. Se acaba borrando a los pocos meses habitualmente (aunque hay algunos adulto a los que aún se les nota bastante). Es la llamada mancha de Baltz o "mancha mongólica", por ser más frecuente en la raza mongola (según decía un profesor).
Suelen tener las piernas abiertas con las rodillas flexionadas y los tobillos a veces hacia dentro y a veces con el pie totalmente doblado. Lo de caderas y rodillas es la postura normal del recién nacido. La desviación de los pies tanto hacia dentro como flexionados en exceso puede deberse a una malformación, pero frecuentemente son el resultado de haberlos tenido mucho tiempo en esa posición mientras estaba dentro del útero, sobretodo si el bebé era muy grande o tenía poco líquido amniótico rodeándole. En estos casos las desviaciones desaparecen solas con el tiempo. De cualquier modo es aconsejable que lo valore el Pediatra o Traumatólogo Infantil para distinguir unas de otras. De entrada, si la posición no incapacita cuando la movemos hacia la contraria, no suele ser importante. Es decir, en el caso más frecuente que es el de los pies desviados hacia dentro, si se pueden desviar hacia fuera con facilidad es que no hay problema. Si no podemos o es muy difícil tal vez haya que tomar alguna medida para corregirlos.
Otra cosa frecuente en relación a los pies es el típico familiar que llega a visitarnos y nos comenta: “Uy, ¿no se han dado cuenta de que tiene los pyies planos?”. Todos los recién nacidos tienen el pie plano, y lo van a seguir teniendo hasta los 3 ó 4 años. Tienen una almohadilla de grasa que ocupa el espacio del arco del pie y el tono de los tendones y músculos de la planta del pie no aumentará hasta que el niño soporte su peso sobre ellos.
Ahora en cuanto a los genitales. Los genitales masculinos tienen que tener dos testículos en su bolsa (escroto) y un pene. Al principio el escroto puede estar hinchado, con mucho líquido. Suele reducirse en los primeros días. Si no se reduce, puede tener un hidrocele o una hernia. El hidrocele es una acumulación de líquido alrededor del testículo, mientras que la hernia es el paso de contenido del abdomen (intestino) hacia el escroto. Tanto uno como otra, si crecen, suelen requerir cirugía.
En algunos casos al principio no se logra localizar los testículos (uno de ellos o los dos). Esto se conoce como criptorquidia. Puede ser pasajera, bajando posteriormente. En otros casos tienen lo que se llama testículos “en ascensor” (están en la parte alta de la bolsa o en la ingle y se pueden bajar, pero al soltarlos se esconden de nuevo). Cuando los testículos no se encuentran hay que localizarlos mediante un examen (ecografía) y realizar pruebas hormonales. Los testículos tienen que estar en su sitio a partir de los 2 años a más tardar o sino debe empezar a plantearse la operación.
El pene tiene tres partes, el glande, que es la parte final y más gruesa, el prepucio que es la piel que lo cubre y el resto que queda entre la guatita y el glande que es el cuerpo del pene. El tamaño es muy variable. A veces en los niños más gordos da el aspecto de ser muy pequeño, sin que sea cierto. La gran mayoría es que tienen una capa de grasa tan gruesa que ocultan una porción del cuerpo del pene mayor que en los más flacos. Generalmente al nacer el prepucio (la piel que cubre la porción final del pene) no puede retirarse hacia atrás. Esto es normal y poco a poco se irá separando por sí solo permitiendo que se retire. No es que tenga estrechez (fimosis). Por lo tanto no se deben hacer masajes ni correr el prepucio a la fuerza.
El orificio por el que sale la orina debe estar en la punta, pero a veces no es así. Puede aparecer en otro punto del glande pero por encima (epispadias) o por debajo (hipospadias), y según esté o no muy lejos de su posición normal se acabará operando. Si está en el cuerpo del pene, fuera del glande, siempre se operan, aunque en cualquiera de los casos la operación no suele ser antes del año de vida. Si hay alguna de esas malformaciones se debe descartar que exista otra alteración de las vías urinarias mediante la realización de una ecografía.
Los genitales femeninos tienen cuatro elementos fundamentales: los labios mayores, los menores, el clítoris y la vagina.
Los labios mayores suele cubrir lo demás si la niña nació tras 40 semanas o más de gestación. Cuanto menos semanas de gestación más pequeños son los labios mayores dejando al descubierto el resto.
Los labios menores son dos pliegues de mucosa que vemos al separar los labios mayores y que deben estar separados entre sí dejando paso a la vagina. A veces pueden estar pegados (sinequia de labios menores).
El clítoris es como un pene en miniatura que al principio, influido por los cambios hormonales de la madre, puede no ser tan pequeño. Si se mantiene sin reducir su tamaño conforme pasa el tiempo, puede ser signo de una alteración hormonal de la niña. La asociación de un clítoris grande con una sinequia de labios menores a veces corresponde en realidad a una falta de definición del sexo del bebé por una alteración en sus hormonas (hermafroditismo), por lo que en ese caso se debe estudiar.
Tanto en manos como en pies pueden aparecer dedos de más (polidactilia) o dedos que están pegados a los de al lado (sindactilia). La polidactilia en los pies suele operarse siempre y cuando cree problemas con el calzado. Si no es así, puede elegirse entre quitarlos o no según preferencias estéticas. En la mano, si no es funcionante (a veces son a penas una verruguita colgante) se suele quitar. Si es funcionante, el único motivo para quitarlo sería la estética.
Y con esto acabo el examen guiado del bebé. Espero que todo lo que hayan encontrado en sus pequeños sea normal. Si no es así, consulten pronto con su Pediatra.