martes, 22 de septiembre de 2015

Los Extractores de Leche Materna (Parte II)

Muchas de las consultas de lactancia que recibo son acerca de los beneficios de comprar un extractor de leche, y en ese caso, qué tipo es el más adecuado. A mi parecer, la elección de un extractor de leche materna siempre debería venir determinada por cuánto lo va a usar, donde y el tiempo que dispondrá para la extracción, y principalmente por la frecuencia de uso que la madre le va a dar y no por el presupuesto de que disponga, considerando que el rango de precios es muy variado. Sea cual sea la decisión, creo que es un artículo que no se debería adquirir hasta no saber bien el uso que se le dará.

Veamos a continuación los distintos tipos de extractores:

1. Extractor manual:
Este tipo se recomienda en casos de separación puntual del bebé o cuando la madre va a extraerse una vez al día. También pueden ser útiles para ayudar a superar dolencias como pezones irritados y pezones invertidos o planos. Ideales para un uso ocasional porque son muy fáciles de usar, limpiar, montar y desmontar, además de más económicos que los eléctricos. Su uso requiere movimientos repetitivos de la mano sobre la palanca del extractor para extraer la leche, lo que a algunas madres les resulta un tanto agotador. 
En esta gama encontramos el modelo Harmony™ de Medela. Este extractor manual es ideal para las madres que solo deben extraer leche ocasionalmente y no desean renunciar a la agradable sensación de amamantar a sus bebés. El popular Harmony es el único extractor manual alrededor del mundo que está basado en la tecnología 2-Phase Expression, la cual está basada en investigación que imita el ritmo de la lactancia natural del bebé. Primero estimula la bajada de la leche y luego extrae la leche.


Características:
Eficaz: más leche en menos tiempo, gracias a la tecnología 2-Phase Expression.
Individual: ideal para la extracción manual ocasional.
Confortable: su mango ergonómico permite una extracción cómoda.
Fácil: sencillo de montar, usar y limpiar.
Movilidad: ligero de peso, permite extraer eficientemente y de manera discreta esté donde esté.

2. Extractor eléctrico simple:
Este tipo de extractor es el que se recomienda en casos de extracciones diarias (1 o 2 al día), ya que permite sacar la leche con mayor rapidez (20-30 minutos) y son los que más se asemejan al patrón de succión de bebé, lo que ayuda a mantener el nivel de producción de leche materna. En caso de que la madre se vaya a incorporar al trabajo, le puede ser de gran utilidad para generar reservas de leche materna para su bebé. En caso de utilizarlo durante la jornada laboral le puede servir, aunque al extraer de un pecho cada vez, la extracción será más lenta que con un extractor eléctrico doble. Los extractores eléctricos son muy fáciles de usar ya que solo se tiene que ajustar la succión y la velocidad de extracción.
Un modelo de estas características es el Extractor de leche Swing™ de Medela. Extrae la leche de forma silenciosa y discreta. Swing es un extractor de leche eléctrico, ganador de varios premios, para madres que necesitan un extractor de uso diario. Si trabaja a tiempo parcial, quiere salir una noche, hacer deporte o sencillamente ir de compras, el extractor de leche eléctrico Swing es la solución ideal para madres activas que no desean emplear demasiado tiempo en la extracción.

Características:
Eficaz: extrae más leche en menos tiempo, gracias a su tecnología 2-Phase Expression.
Exclusivo: ideal para la extracción eléctrica diaria.
Cómodo: intervalo de niveles de vacío y parámetros.
Fácil de utilizar: Fácil de montar, utilizar y limpiar.
Práctico: diseño silencioso y compacto, ideal para una extracción discreta.

3. Extractor eléctrico doble:
Es el que normalmente se recomienda en caso de que la madre vaya a realizar extracciones prolongadas en el tiempo como incorporación al trabajo a jornada completa, bebés prematuros, partos múltiples, bebés con fisura labiopalatina, etc. Son perfectos para compaginar con la lactancia, ya que al extraer de ambos pechos a la vez, recogen un gran volumen de leche en aproximadamente 10 a 15 minutos, permitiéndote generar reservas para que el bebé siga tomando leche materna mientras la madre está en el trabajo. Normalmente son los extractores más eficientes y duraderos, debido a la capacidad (succiones por minuto) de su motor. Los extractores poco potentes o a pilas realizan menos succiones por minuto y la succión es más fuerte pudiendo causar dolor.

En este caso, hay dos modelos de extractor de referencia: el modelo Swing Maxi™ y el modelo Freestyle™, ambos de Medela.

El nuevo extractor de leche eléctrico compacto doble Swing Maxi es perfecto para aquellas madres que buscan una solución sencilla y que les ayude a no perder tiempo. Ayuda para el suministro de leche: la extracción doble puede ayudar a aumentar y mantener el suministro de leche. ¿Quiere asegurarse de que siempre tendrá suficiente leche materna para su bebé? ¿Desea aumentar y mantener el suministro de leche? Gracias al extractor de leche eléctrico doble Swing Maxi, disfrutará de todas las ventajas de la extracción simultánea: La extracción doble vaciará mejor el pecho, con lo que aumentará el suministro de leche. Conseguirá hasta un 18% más de leche en una sesión de extracción en comparación con la extracción simple. Además, la extracción doble proporciona leche con un mayor contenido energético. Finalmente, se ahorrará mucho tiempo: la velocidad de la extracción doble es dos veces superior a la de la extracción simple.

Características:
Eficacia: la extracción simultánea combinada con la tecnología 2-PhaseExpression le proporciona un ahorro máximo de tiempo.
Cómodo: diferentes niveles de vacío y parámetros.
Fácil de utilizar: fácil de montar, utilizar y limpiar.
Flexible: ligero y compacto para utilizarlo en casa o fuera, con pilas o adaptador de corriente.

El otro modelo, el extractor de leche eléctrico doble Freestyle es de los más pequeños del mundo, ayuda a las madres a ahorrar un tiempo inestimable y ofrece libertad de movimiento durante la extracción. ¿En qué se diferencia Freestyle de otros extractores de leche eléctricos? Freestyle se ha desarrollado especialmente para un uso diario y regular. El sistema de extracción doble le proporciona más tiempo para usted y su bebé. La práctica solución todo en uno le ofrece todo lo que necesita para una extracción segura y cómoda mientras está fuera de casa: es un extractor de leche eléctrico pequeño y ligero, posee una batería recargable con una vida media de hasta 3 horas y es el único que trae incluido un set completo para el almacenamiento, refrigeración y transporte de la leche materna. Dado que una extracción en promedio demora 10 a 15 minutos, la batería de este extractor permite que sea ideal para lugares de trabajo o un viaje, en donde es importante poder extraerse en cualquier lugar sin necesidad de contar con corriente eléctrica. 


Características:
Eficaz: la simultánea extracción doble en combinación con la tecnología
2-Phase Expression incrementan la cantidad de leche.
Innovador: pequeño, ligero y silencioso, para hacer la extracción diaria lo más confortable y natural posible.
Cómodo: los parámetros de vacío ajustables individualmente, así como su función de memoria, ofrecen el grado más alto de comodidad.
Control total: toda la información relevante se muestra en una pantalla.
Soporte para la producción de leche: la doble extracción puede ayudar a incrementar sustancialmente la producción de leche.

4. Extractor de descongestión o tipo “pera”:
Su función no es extraer leche para almacenar, sino descongestionar el pecho de forma ocasional como por ejemplo cuando el bebé no puede agarrarse al estar demasiado tenso cuando pasa por un brote de crecimiento. También puede servir para estimular y extraer un poco de leche antes de iniciar la toma o eliminar la leche residual del pecho tras la misma. Suelen ser muy económicos.

El Embudo o Copa:
Ahora bien, una vez elegido el extractor, hay que tener en consideración que el accesorio más importante del equipo es el embudo o copa. Es el accesorio del extractor en el que se introduce la mama, y del que dependerá en gran parte la comodidad así como la eficacia de la extracción. Debe elegirse en función del tamaño del pezón, por lo que cada mamá necesita su tamaño adecuado, sobre todo para evitar dolor y grietas o bien una escasa extracción de leche.

Si el embudo es demasiado pequeño, no se introducirá correctamente el pezón o no se acoplará correctamente. Si por el contrario, es demasiado grande, entrará parte de la areola dentro de la copa. En ambos casos la extracción no se realizará correctamente, y además es muy probable que haga un poco de daño.

La clave para saber si el tamaño correcto es que el pezón quede en el túnel del embudo, sin que le falte espacio. La areola del pezón no debe introducirse dentro del túnel. También puede ocurrir en algunos casos que se necesiten tallas distintas para cada pecho.


Algunas marcas de extractores tienen una copa flexible siliconada que se adapta al pecho y en estos casos la talla es única. Por otro lado, en los extractores de Medela hay que tener en cuenta que no son flexibles pero sí hay tallas, aunque el extractor por defecto trae la talla M. Si necesita otra talla, puede comprarla por separado. Medela ofrece una amplia gama de embudos para cubrir las necesidades de cada madre. La amplia gama de embudos PersonalFit de Medela permite a las madres elegir exactamente el tamaño de embudo correcto para ellas, asegurando la máxima comodidad y eficacia a la hora de extraer la leche. Los embudos PersonalFit están disponibles en cinco tamaños diferentes:

S (21 mm)
M (24 mm)
L (27 mm)
XL (30 mm)
XXL (36 mm)


Con cariño, Doctora Mamá.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Los Mil Primeros Días

En relación a los múltiples detractores que ha empezado a tener la campaña impulsada por la Sociedad de Pediatría de Río Grande do Sul, Brasil (SPRS) llamada “Your child is what you eat” (“Tu hijo es lo que tú comes”), es que a continuación quiero explicar varias cosas:

Lo primero, es mencionar que dicha entidad goza de gran prestigio y al igual que prácticamente todas las sociedades pediátricas del mundo, se basa y promueve las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en cuanto a lactancia. La campaña NO es contra la lactancia y quien así lo haya entendido es porque no se dio el tiempo de interiorizarse e interpretó las imágenes de forma muy subjetiva y antojadiza. El llamado es a que las madres lleven una alimentación sana desde que se embarazan y mientras amamantan. Tampoco está financiada por Nestlé, como trató de sindicar el períodico Daily Mail.

La campaña hace referencia a los estudios basados en la corriente de investigación sobre epigenética llamada “First Thousand Days”, por investigadores de gran connotación mundial como Robert Waterland, la cual se refiere a los primeros mil días del bebé que empiezan a partir del primer día del embarazo y se dividen así: 270 de embarazo, 365 del primer año de vida y 365 del segundo año de vida.

Los estudios han demostrado que en esos primeros mil días de vida del niño se programa en su genoma el desarrollo inmunológico (todo lo relacionado con sus defensas contra infecciones, inflamaciones y alergias) y el sistema metabólico (que regula el peso que tendrá de niño y de adulto), se reduce la posibilidad de adquirir algunas enfermedades en su crecimiento relacionadas con la nutrición (diabetes, problemas coronarios e hipertensión arterial, entre otros) y se programa la composición de la flora intestinal. Además es el período en donde existe mayor plasticidad neuronal y epigenética, lo que condiciona modificaciones del genotipo (los genes que uno hereda de los padres) y que se manifestarán en el fenotipo (la expresión visible de esos genes).

Como la madre embarazada es la directa responsable de contribuir a la nutrición de los dos, necesita una alimentación variada y balanceada en cantidad y calidad, que cubra las necesidades de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, por lo que se hace necesario el consumo de alimentos saludables como frutas, verduras, carbohidratos con índices glucémicos bajos y evitar las grasas trans. Existen micronutrientes como la vitamina D, el zinc, el ácido fólico y el DHA que garantizan la salud adecuada del bebé en formación. El hierro es clave en la alimentación, pues el feto comienza a acumularlo desde el primer trimestre de vida y esa acumulación es mayor en el tercer trimestre de embarazo. El ácido fólico es vital antes y durante el embarazo (entre las 8 y las 12 semanas antes de quedar embarazada y durante los primeros tres meses de gestación), pues previene serios defectos congénitos en el cerebro y en la columna vertebral del bebé. La concentración mayor de DHA en el cerebro ocurre en el tercer trimestre del embarazo, lo que permite el desarrollo neurológico y visual, ácido graso que no es sintetizado por el cuerpo humano y que proviene directamente de la dieta materna.

Ahora bien, en el período de lactancia aunque la alimentación debe ser muy parecida a la del embarazo, en esta etapa el organismo gasta las reservas de grasa para poder producir leche continuamente. Por eso, la nueva madre debe darle a su cuerpo un  aporte adicional de calorías (aproximadamente 500 calorías extra) pero de una fuente sana. No es lo mismo que se coma una gran barra de chocolate que una ensalada de frutas y cereales para obtener esas calorías extras. Como la malnutrición, ya sea por exceso o déficit, puede afectar los niveles de algunos nutrientes en la leche materna (principalmente los que dependen de la dieta, como mencioné anteriormente el ejemplo del DHA), fundamentales para el crecimiento saludable del bebé, es muy importante que la madre mantenga una alimentación balanceada, ya que si bien la leche materna siempre será perfecta en su composición, lo será a costo de usar de las reservas de nutrientes de la madre si ella no los repone constantemente a través de una buena alimentación. Esta es la recomendación para que todas las madres se mantengan saludables durante los primeros seis meses de lactancia materna exclusiva (LME). Por otra parte, los estudios también han reportado que los niños que logran una LME de un mínimo de seis meses, de madres en peso normal y alimentadas sanamente, son menos propensos a ser adultos con problemas de obesidad o enfermedades cardiovasculares.

A partir de los seis meses de edad la leche materna debe acompañarse de otros alimentos, pues esta por sí sola ya no es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales del bebé en esa etapa de crecimiento y desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud, se recomienda que los lactantes empiecen a recibir alimentos complementarios a los seis meses, con una consistencia, variedad y porciones adecuadas. Estas tres condiciones son imprescindibles, pues la alimentación complementaria es el comienzo de los hábitos saludables de una persona. Así, de manera progresiva y guiada por el pediatra o el nutricionista, se irán introduciendo los distintos tipos de alimentos, para que hacia el año de edad su hijo esté consumiendo una alimentación variada y de tipo familiar complemetaria a la lactancia materna, la cual idealmente se debe prolongar hasta los dos años de vida o más.

Es así como en los dos primeros años de vida, los niños requieren alimentos con proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales y probióticos. Pero con grasas, específicamente me refiero a “grasas buenas”. Investigaciones realizadas entre 2010 y 2013 por organizaciones como la FAO, en alianza con la Fundación Iberoamericana de Nutrición, la Academia Americana de Nutrición y Dietética, el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón, ratifican que las dietas de los niños bajas en grasa ocasionan efectos negativos sobre su peso y crecimiento, por ejemplo, uñas quebradizas, fatiga, sensación de entumecimiento en brazos y piernas, falta de concentración y retraso en el crecimiento. Por eso es tan importante que los padres conozcan el origen y tipo de las grasas, para no caer en la premisa de que el niño no debe consumirlas“porque todas son malas”.

Ahora, volviendo al punto de la alimentación de la madre y su impacto en la lactancia, he visto que hay una confusión de conceptos en lo que se refiere a los mitos sobre esto. Volveré a repetirlo: si bien la composición de la leche se mantendrá siempre perfecta en cuanto a nutrientes aunque sea ocupando las reservas maternas y que pocos pero importantes nutrientes dependen de la dieta como el DHA, es una cosa aparte el hecho que la alimentación de la madre SI influya en cuanto a los efectos en el niño que consume esa leche. Un ejemplo claro de esto es la llamada Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca, conocida por sus siglas como APLV. Es una alergia alimentaria que presenta el bebé porque la madre consumió lácteos que produjeron la respuesta alérgica (también se da en niños que consumen dicha proteína proveniente de las fórmulas lácteas). Esta no es una condición para que se suspenda la lactancia materna como muchos creen, por el contrario, manejando la dieta de la madre con la exclusión de los lácteos se puede continuar con la lactancia materna. Es conocida ya además una vía fisiológica llamada circulación entero-mamaria, la cual explica el paso de la microbiota del intestino materno hacia la glándula mamaria, contribuyendo a la flora intestinal del bebé, tema muy interesante por cierto que me gustaría hablarles en un próximo artículo.

Ahora, si aún persisten escépticos, los invito a ingresar a un sitio web que ya les he mencionado anteriormente, E-Lactancia.org y buscar la compatibilidad de algunos alimentos con la lactancia materna, como por ejemplo el hinojo, el anís estrellado, la  galega, la cafeína o el chocolate (estos dos últimos dosis-dependiente) y se darán cuenta de lo que puede conllevar su consumo. Si la alimentación de la madre no influyera, no habría ninguna contraindicaciones de consumo, al igual que los medicamentos por vía oral.

Para finalizar, creo que si bien las imágenes de la campaña son muy impactantes y han herido más de una susceptibilidad, provocando incluso sentimientos de rabia y dolor en algunas madres por sentirse culpables y al mismo tiempo juzgadas (es lógico, a nadie le gusta que le hagan ver sus errores), pero si consideramos que en Chile aproximadamente el 60% de las mujeres que se embarazan lo hacen con sobrepeso u obesidad y posteriormente se mantienen así en el período de amamantamiento (y en general más del 65% de la población chilena también lo es), no se trata de una hamburguesa o una bebida cola “de vez en cuando”, siendo que como país lideramos el consumo latinoamericano en pan y bebidas azucaradas. Hay que entender esta campaña como un llamado a la reflexión que pretende sensibilizar de manera muy visual sobre los malos hábitos alimenticios y los riesgos que conllevan, y que de ninguna forma ataca (como han tratado muchos de confundir y tergiversar) la lactancia materna en sí. Está demostrado que nuestros hábitos influyen en nuestros hijos y el llevar una alimentación sana por parte de la madre no debería verse como un sacrificio, sino como un regalo hacia ellos. Hagamos un esfuerzo como sociedad para revertir estas cifras alarmantes, son sólo mil días pero que pueden condicionar la vida de nuestros hijos para siempre.

Con cariño, Doctora Mamá.


sábado, 12 de septiembre de 2015

Los Extractores de Leche Materna (Parte I)

Un objeto de uso muy habitual en la clínica de lactancia son los extractores de leche materna. Son un gran aliado en algunas ocasiones, pero ¿cuándo y cómo se usan? o ¿cuál escoger? Estas son dudas muy frecuentes que me llegan a la consulta y que a continuación intentaré resolver.

Un extractor de leche materna (también conocido como “sacaleches”) básicamente es un aparato que tiene por función succionar las mamas cuando el bebé no puede hacerlo, ya sea porque lo hace insuficientemente o de forma no adecuada. A continuación nombraré las situaciones más comunes:

1. Hospitalización del bebé o de la madre:
Hay situaciones en que el bebé no puede mamar de forma directa, ya sea por prematurez o por enfermedad de él o de la madre, lo que se traduce en una hospitalización. Si existe la posibilidad que esto sea una situación transitoria pero que pueda durar varios días o incluso semanas, estamos frente a un problema. En el proceso de producción de leche, participan diversos factores. Aunque el parto fuese prematuro, la producción de leche está asegurada ya que el proceso llamado Lactogénesis I se inicia aproximadamente en la semana 20 de embarazo, preparando al cuerpo de la madre para cualquier eventualidad de un nacimiento de pre término. Por otra parte, si bien el calostro no depende de la succión propiamente tal, la Lactogénesis II, el segundo proceso en la cascada de eventos luego del nacimiento para la producción de leche, sí depende de ello. La glándula mamaria funciona de forma que produce más leche cuanto más se vacía, pero si no la vaciamos frecuentemente, primero aparecerá la ingurgitación mamaria, que puede llegar a ser muy desagradable, pero después se irá reduciendo la producción de leche hasta desaparecer. Para evitar esto podemos usar un extractor, ya que ayudará en ambas cosas: mantener un vaciamiento constante y aliviar la ingurgitación. Además le permite a la madre extraer la leche que, en algunos casos, se puede suministrar al bebé aunque él no sea capaz de tomarlo directamente de la mama o almacenarla para cuando se recupere. De este modo, mantenemos la producción de leche para que, llegado el momento en que el bebé pueda volver a mamar directamente, esté todo funcionando de forma adecuada. De hecho, no pensar en esto cuando una madre o su bebé enferma, es motivo de que muchas lactancias se pierdan.

2. Malformaciones de la cavidad bucal:
Aquí podemos encontrar que las más frecuentes son la anquiloglosia (conocida como frenillo sublingual corto) y la fisura labiopalatina. Especialmente en la segunda se puede dificultar la lactancia de forma importante más que en la primera. Ambos problemas tienen solución con cirugía. En algunos casos de anquiloglosia es un procedimiento ambulatorio muy simple, dependiendo de la edad y del grado, pero en otros es más complejo (sobre todo en la fisura labiopalatina) y eso hace que a veces se retrase el tratamiento, y por ende se perjudique la lactancia. Si hasta que se resuelva el problema no hay un manejo adecuado de la lactancia con ayuda de un profesional, ésta se puede perder. Al igual que en el caso anterior, la madre puede usar un extractor y guardar la leche para suministrársela al bebé por otros medios o almacenarla.

3. Extracción temporal por toma de medicamentos:
Cuando se presenta una enfermedad de la madre que debe ser tratada con medicamentos que contraindican la lactancia de forma total, para mantener la producción es necesario seguir vaciando la mama y ahí de nuevo el extractor es de gran utilidad. En los casos en que el bebé no puede mamar debido a esto, la madre puede usar el extractor para seguir extrayendo la leche aunque no pueda dársela hasta que desaparezca el medicamento del organismo. Aprovecho este artículo para volver a comentar algo que hace algún tiempo mencioné en el blog. No todos los médicos tienen claro el grado de contraindicación de los medicamentos con la lactancia materna y ante la duda contraindican la lactancia de forma innecesaria. Para resolver ese problema se creó E-Lactancia y LactMed. La primera está en idioma español y la segunda en inglés, y en ambas páginas web pueden consultar cualquier medicamento y su acción sobre la lactancia, y si pasa o no a través de la leche materna al bebé. Especifican cuales son los efectos que puede producir en el lactante si los hay. Y según todo eso establece grados de recomendación. En la mayoría de los casos el tratamiento de la madre es posible manteniendo la lactancia o existen medicamentos alternativos que lo permiten.

4. Incorporación o vuelta al mundo laboral de la madre:
En Chile, la licencia post natal dura 84 días y si se hace uso completo del relativamente nuevo post natal parental, son 84 días más, lo que sumado alcanza a ser casi 5 meses y medio. Partiendo por esto, entendemos que cumplir la recomendación de la OMS sobre mantener la lactancia materna como alimento exclusivo de los niños hasta los 6 meses, es complicado cuando la licencia post natal no llega a esa duración. Si la madre quiere mantener esta lactancia como alimentación exclusiva, el extractor puede ser de gran ayuda para sacarse leche en los momentos del día que su trabajo se lo permite y guardarla para que se la den al bebé cuando ella no está, durante su horario laboral. Es una solución parcial, que en muchos casos es bastante engorrosa, pero que algunas madres llevan bastante bien.

5. Relactación:
Cuando una madre nunca ha amamantado (en el caso de las adopciones) o ha dejado de hacerlo por cualquier motivo pero desea volver a darlo, es posible lograrlo con el uso del extractor, el relactador y según el caso, con fármacos galactogogos. Si la madre es constante, puede lograr recuperar la lactancia o incluso inducirla cuando nunca se llegó a instaurar.

Hay muchas otras situaciones en las que puede ser útil un extractor, pero en todos los casos lo importante es tener claro que no es un marcador fidedigno de la producción de leche y que no existe mejor extracción que la que puede lograr el propio bebé. Muchas madres cuando empiezan a usarlo se desesperan, porque no ven inmediatamente los resultados que esperan, pero yo siempre he dicho que la extracción de leche materna es un verdadero arte que requiere de constancia y una adecuada técnica, y que en caso de problemas, con la ayuda de un profesional en lactancia se puede mejorar.

Con cariño, Doctora Mamá.


jueves, 10 de septiembre de 2015

Prevención del Suicidio

Introducción

En mayo del 2013, la 66.a Asamblea Mundial de la Salud adoptó el primer Plan de acción sobre salud mental de la historia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La prevención del suicidio forma parte integrante de este plan, que se propone reducir un 10%, para el 2020, la tasa de suicidio en los países (1). No hay una explicación única de por qué se suicidan las personas. Muchos suicidios se cometen impulsivamente y, en tales circunstancias, el acceso fácil a medios tales como plaguicidas o armas de fuego pueden marcar la diferencia entre la vida o la muerte de una persona.

Los factores sociales, psicológicos, culturales y de otro tipo pueden interactuar para conducir a una persona a un comportamiento suicida, pero debido a la estigmatización de los trastornos mentales y del suicidio, muchos sienten que no pueden pedir ayuda. A pesar de que los datos científicos indican que numerosas muertes son evitables, el suicidio con demasiada frecuencia tiene escasa prioridad para los gobiernos y los decisores políticos. El objetivo de este informe es priorizar la prevención del suicidio en la agenda global de salud pública, en las políticas públicas y concientizar acerca del suicidio como una cuestión de salud pública. El informe se elaboró mediante un proceso de consulta a nivel mundial y se basa en revisiones sistemáticas de los datos y evidencia científica disponible, junto con aportaciones de asociados y de interesados directos.

Epidemiología mundial del suicidio y de los intentos de suicidio

En el 2012 se registraron en el mundo unas 804 000 muertes por suicidio, lo que representa una tasa anual mundial de suicidio, ajustada según la edad, de 11,4 por 100 000 habitantes (15,0 entre hombres y 8,0 entre mujeres). Sin embargo, como el suicidio es un asunto sensitivo, incluso ilegal en algunos países, muy probablemente exista sub-notificación. En los países con buenos datos de registro civil, el suicidio puede estar mal clasificado como muerte por accidente o por otra causa. El registro de un suicidio es un procedimiento complicado que involucra a varias autoridades diferentes, inclusive a menudo a la policía. En los países sin registro fiable de las muertes los suicidios, simplemente, no se cuentan.

En los países ricos se suicidan tres veces más hombres que mujeres, pero en los de ingresos bajos y medianos la razón hombre:mujer es mucho menor, de 1,5 hombres por cada mujer. A nivel mundial, los suicidios representan un 50% de todas las muertes violentas registradas entre hombres y un 71% entre mujeres. Con respecto a la edad, las tasas de suicidio son más elevadas entre las personas de 70 años de edad o más, tanto entre hombres como entre mujeres en casi todas las regiones del mundo. En algunos países las tasas de suicidio son más elevadas entre jóvenes, y a nivel mundial el suicidio es la segunda causa principal de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y el uso de armas de fuego se encuentran entre los medios más comúnmente utilizados para el suicidio a nivel mundial, pero también se recurre a muchos otros métodos, que varían según el grupo de población.

Cada año, por cada suicidio cometido hay muchos más intentos de suicidio. Significativamente, un intento previo de suicidio es el factor de riesgo más importante de suicidio en la población general. Para una prevención eficaz de los suicidios se requieren del registro civil, de los hospitales y de las encuestas una mejor disponibilidad y calidad de los datos sobre suicidios e intentos de suicidio.

La restricción del acceso a los medios utilizables para suicidarse es un elemento clave de la prevención del suicidio. Sin embargo, las políticas de restricción de esos medios (como la limitación del acceso a plaguicidas y armas de fuego o la colocación de barreras en los puentes) requieren un conocimiento de los métodos preferidos en diversos grupos de la sociedad, y de la cooperación y colaboración entre múltiples sectores.


Factores de riesgo y de protección, e intervenciones relacionadas

Muchas veces hay varios factores de riesgo que actúan acumulativamente para aumentar la vulnerabilidad de una persona al comportamiento suicida.

Entre los factores de riesgo asociados con el sistema de salud y con la sociedad en general figuran las dificultades para obtener acceso a la atención de salud y recibir la asistencia necesaria, la fácil disponibilidad de los medios utilizables para suicidarse, el sensacionalismo de los medios de difusión en lo concerniente a los suicidios, que aumenta el riesgo de imitación de actos suicidas, y la estigmatización de quienes buscan ayuda por comportamientos suicidas o por problemas de salud mental y de consumo de sustancias psicoactivas.

Entre los riesgos vinculados a la comunidad y las relaciones están las guerras y desastres, el estrés ocasionado por la aculturación (como entre pueblos indígenas o personas desplazadas), la discriminación, un sentido de aislamiento, el abuso, la violencia y las relaciones conflictivas. Y entre los factores de riesgo a nivel individual cabe mencionar intentos de suicidio previos, trastornos mentales, consumo nocivo de alcohol, pérdidas financieras, dolores crónicos y antecedentes familiares de suicidio.

Las estrategias para contrarrestar estos factores de riesgo son de tres clases. Las de prevención “universal”, diseñadas para llegar a toda una población, pueden procurar aumentar el acceso a la atención de salud, promover la salud mental, reducir el consumo nocivo de alcohol, limitar el acceso a los medios utilizables para suicidarse o promover una información responsable por parte de los medios de difusión. Las estrategias de prevención “selectivas” se dirigen a grupos vulnerables, como los de quienes han padecido traumas o abuso, los afectados por conflictos o desastres, los refugiados y migrantes y los familiares de suicidas, mediante “guardianes” adiestrados que ayudan a las personas vulnerables y mediante servicios de ayuda como los prestados por líneas telefónicas. Las estrategias “indicadas” se dirigen a personas vulnerables específicas mediante el apoyo de la comunidad, el seguimiento a quienes salen de los establecimientos de salud, la capacitación del personal de salud y una mejor identificación y manejo de los trastornos mentales y por uso de sustancias. La prevención también puede desarrollarse fortaleciendo los factores protectores, como relaciones personales sólidas, un sistema personal de creencias y estrategias de afrontamiento positivas.

La situación actual en materia de prevención del suicidio

El conocimiento acerca del comportamiento suicida ha aumentado enormemente en los últimos decenios. La investigación, por ejemplo, ha mostrado la importancia de la interacción entre factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales en la determinación de los comportamientos suicidas. Al mismo tiempo, la epidemiología ha ayudado a identificar muchos factores de riesgo y de protección frente al suicidio tanto en la población general como en los grupos vulnerables. También se ha observado variabilidad cultural en cuanto al riesgo de suicidio, y como la cultura puede aumentar el riesgo de comportamientos suicidas o proteger contra estos.

En cuanto a las políticas, conocemos que 28 países tienen hoy estrategias nacionales de prevención del suicidio. El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación internacional para la prevención del suicidio, se observa a nivel mundial el 10 de septiembre de cada año. Además, se han establecido muchas unidades de investigación sobre el suicidio y se dictan cursos académicos centrados en el suicidio y su prevención. Para proporcionar ayuda práctica, a fin de mejorar la evaluación y el manejo de los comportamientos suicidas se está recurriendo a profesionales de la salud no especializados, se han establecido en muchos lugares grupos de apoyo mutuo entre familiares de suicidas, y voluntarios capacitados están prestando ayuda y orientación en línea y por teléfono.

En los 50 últimos años muchos países han despenalizado el suicidio, y esto ha facilitado mucho que quienes tengan comportamientos suicidas soliciten ayuda.

En pro de una respuesta integral para la prevención del suicidio

Una manera sistemática de dar una respuesta nacional al suicidio es establecer una estrategia nacional de prevención del suicidio. Una estrategia nacional enuncia el compromiso claro de un gobierno con relación al problema del suicidio. Las estrategias nacionales, de manera general, abarcan varias medidas de prevención como la vigilancia, la restricción de los medios utilizables para matarse, directrices para los medios de difusión, la reducción del estigma y la concientización del público, así como la capacitación de personal de salud, educadores, policías y otros guardianes. También suelen incluir servicios de intervención en crisis y servicios post-crisis. 


Algunos elementos clave del desarrollo de una estrategia nacional de prevención del suicidio consisten en hacer de la prevención una prioridad multisectorial que incluya no solo el sector de la salud sino también los de la educación, el empleo, el bienestar social, la justicia y otros. La estrategia debe adaptarse al contexto cultural y social de cada país y establecer mejores prácticas e intervenciones basadas en datos científicos con un abordaje integral. Deben asignarse recursos para lograr objetivos a corto, mediano y largo plazo y debe haber una planificación eficaz; la estrategia debe evaluarse regularmente, y los resultados de su evaluación deben utilizarse para la planificación futura.

La falta de una estrategia nacional integral plenamente desarrollada en un país no debe obstaculizar la ejecución de programas focalizados de prevención del suicidio porque estos pueden contribuir a una respuesta nacional. En este tipo de programas se procura identificar a grupos vulnerables al riesgo de suicidio y mejorar su acceso a los servicios y recursos.

El camino hacia adelante para la prevención del suicidio

Los ministros de salud desempeñan un papel importante al proporcionar liderazgo y reunir a los interesados directos de otros sectores del país. Los países que todavía no hayan emprendido actividades de prevención del suicidio deberán enfatizar en la búsqueda de interesados directos y desplegar actividades donde haya mayor necesidad o donde ya existan recursos. En esta etapa también es importante mejorar la vigilancia. En los países con algunas actividades de prevención del suicidio, un análisis de la situación puede mostrar lo que ya está implantado e indicar las brechas por cubrir. Los países que ya tienen una respuesta nacional bastante completa deben centrarse en la evaluación y el mejoramiento, actualizar sus conocimientos incorporando nuevos datos y hacer hincapié en la eficacia y la eficiencia.

Al avanzar, deben considerarse dos puntos. Primero, las actividades de prevención del suicidio deben llevarse a cabo al mismo tiempo que las de recopilación de datos. Segundo, aunque se considere que un país todavía no está preparado para tener una estrategia nacional de prevención, el proceso de consulta a los interesados directos acerca de una respuesta nacional a menudo genera interés y un ambiente favorable al cambio. En el proceso de crear la respuesta nacional se consigue el compromiso de los interesados directos, se promueve el diálogo público sobre el estigma, se identifica a los grupos vulnerables, se fijan las prioridades de la investigación, y aumentan la concientización del público y la de los medios de comunicación.

Los indicadores que miden el progreso de la estrategia pueden incluir los siguientes:

• reducción porcentual de la tasa de suicidio;
• número de intervenciones de prevención del suicidio

ejecutadas con buenos resultados;
• disminución del número de casos hospitalizados por

intento de suicidio.

Los países que siguen el Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 de la OMS, pueden proponerse reducir un 10% la tasa de suicidios. Muchos países querrán reducirla aún más. A largo plazo, es importante tener presente que la reducción del suicidio depende solo en parte de la reducción del riesgo. El fomento de los factores protectores ayudará a construir un futuro en el cual las organizaciones comunitarias prestan apoyo y referencias apropiadas a los necesitados de asistencia; las familias y los círculos sociales mejoran la capacidad de recuperación e intervienen eficazmente en ayuda de los seres queridos, y hay un clima social donde la búsqueda de ayuda ya no es tabú y se promueve el diálogo público.

Mensajes clave

Los suicidios se cobran un costo alto. Más de 800 000 personas mueren cada año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse.

Los suicidios son prevenibles. Para que las respuestas nacionales sean eficaces, se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención.

La restricción del acceso a los medios utilizables para suicidarse da buenos resultados. Una estrategia eficaz para prevenir los suicidios y los intentos de suicidio es restringir el acceso a los medios más comunes, incluidos plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos.

Los servicios de salud tienen que incorporar la prevención del suicidio como un componente central. Los trastornos mentales y el consumo nocivo de alcohol contribuyen a que se cometan muchos suicidios en todo el mundo. La identificación temprana y el manejo eficaz son fundamentales para conseguir que las personas reciban la atención que necesiten.

Las comunidades desempeñan una función crucial en la prevención del suicidio. Pueden prestar apoyo social a los individuos vulnerables y ocuparse del seguimiento, luchar contra la estigmatización y apoyar a quienes han perdido a seres queridos que se han suicidado.

Fuente: "Prevención del Suicidio, un imperativo global". OMS