sábado, 26 de diciembre de 2015

Consumo de Alcohol y Tabaco en Embarazo y Lactancia

Se acercan las fiestas de fin de año y una consulta muy recurrente que recibo es si la madre gestante o lactante puede consumir alcohol o fumar tabaco en dichas ocasiones. A continuación les presento lo que nos dice la evidencia médica actual en cuanto a la ingesta de ambas sustancias:

Alcohol


El consumo de alcohol durante el embarazo es de alto riesgo, ya que los efectos fetales son graves. El acetaldehído, metabolito tóxico pasa rápidamente por la placenta y el umbral de riesgo es muy variable y continuo, por lo que el consumo seguro prácticamente no existe.

Durante la lactancia, el acetaldehído no pasa a la leche, pero los niveles de alcohol son similares a los plasmáticos en la madre. Por lo cual, amamantar dos y media hora de consumido una bebida alcohólica (17 gramos de alcohol que corresponde a 360 ml de cerveza, 150 ml de vino o 45 ml de licor) no producirá efecto alguno en el lactante, pero si puede afectar la fisiología de la lactancia.

El consumo de alcohol inhibe la liberación de oxitocina y estimula la liberación de prolactina en la mamada siguiente. Esto produce que la ingesta real del niño es un 20% menor que lo habitual, pero la madre siente sus pechos más llenos. Esta sensación es lo que probablemente ha llevado a considerar ciertas bebidas alcohólicas como galactogogos, creencia que se ha dado en diferentes culturas y diferentes épocas. La reducción del vaciamiento puede ir determinando disminución de la lactancia con el consumo habitual.

En el caso de consumo ocasional, se recomienda suspender la lactancia 2 1⁄2 horas por cada 17 gramos de alcohol consumidos. En el caso de una adicción alcohólica, el lactante puede requerir una medida de protección por el riesgo que determina la conducta materna, además del potencial riesgo de intoxicación.

Otros efectos del consumo de alcohol, son la disminución de la duración del sueño total en el niño y un menor grado de desarrollo al año, en lo cual no puede descartarse un efecto prenatal.

Para garantizar la eliminación completa del alcohol de la leche materna, las madres pueden consultar un normograma creado por el programa canadiense Motherisk para determinar el tiempo necesario basándose en el peso de la madre y la cantidad consumida.


Tabaco

El consumo de tabaco en el embarazo parece estar más controlado socialmente, ya que se mira mal a la embarazada fumando. La madre que ha sido fumadora y se ha abstenido en el embarazo es fácil que vuelva a fumar si su pareja también fuma, si está preocupada por recuperar peso, o cuando manifiesta la necesidad de recuperar “su vida”. Muchas madres piensan que si se fuma fuera del lugar en donde está el niño, no habrá efecto sobre éste, aunque otras tienen la preocupación de trasmitirles la adicción.

El efecto del consumo de tabaco sobre la fisiología de la lactancia y sobre riesgos potenciales en el niño son de gran significación. Basta fumar 5 cigarrillos al día para reducir significativamente el volumen de leche producido. El tabaquismo reduce los niveles basales de prolactina, sin modificar el peak la liberación de prolactina frente a la succión. El volumen lácteo producido en la madre de término es un 30% menos, y en la madre de prematuro es de un 50 %.

Los tiocianatos del cigarrillo inhiben la bomba de sodio-yodo en la glándula mamaria, con lo que se observa una reducción a la mitad en la cantidad de yodo en la leche materna. Produciendo disminución de la disponibilidad de yodo para el lactante. El efecto es proporcional al grado de tabaquismo. Si la madre es una gran fumadora debe considerarse la posibilidad de evaluar la nutrición de yodo en el bebé, midiendo la yoduria para un eventual suplemento.

Estudios sobre el sueño del bebé con consumo de tabaco antes de amamantar, muestran una reducción del sueño activo, lo que podría estar relacionado con los trastornos de aprendizaje descritos en hijos de madres con consumo de tabaco. La nicotina inhibe directamente la actividad pontocolículo-occipital e indirectamente las neuronas promotoras del sueño del área preóptica ventrolateral.

El cigarrillo contiene una cantidad de substancias tóxicas cuyo efecto en el lactante no se ha estudiado, entre otras: amoníaco, arsénico, metano, cadmio, monóxido de carbono, formaldehído, butano y cianuro.

Otros efectos atribuidos al tabaquismo son cambio de sabor de la leche, rechazo de amamantar por el lactante, producción de “cólicos”, mayor riesgo de muerte súbita. Además disminuye la interleukina 1 alfa, aumenta la leptina y la beta endorfina.


Referencias Bibliográficas:

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www.aap.org/en-us/advocacy-and-policy/aap-health-initiatives/fetal-alcohol-spectrum-disorders-toolkit/Pages/Joint-Call-to-Action-on-Alcohol-and-Pregnancy.aspx

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Con cariño, Doctora Mamà.

jueves, 3 de diciembre de 2015

La Vocación Médica

La Medicina, una profesión cambiante, según la influencia personal que se le imprima a las experiencias vividas; pues, con el paso de los años, se acumulan vivencias que nacen de la vida misma y otras que nos enriquecen a través de la educación y la preparación profesional del día a día. Todas estas experiencias modifican los conceptos de nuestras relaciones (médico-paciente) y actitudes, marcando las diferentes etapas de nuestro desarrollo.

Es conveniente meditar lo que significa ser Médico, y formar parte de esta profesión, reflexionar si el hecho de ser Médico nos significa llevar una vida honorable, que nos dignifique como personas. Si señaláramos las cualidades del Medico seria una lista super larga, pero sólo me voy a enfocar en algunas: imperturbabilidad, la ecuanimidad y la sabiduría, son los pilares que habrán de sostener la vocación, apoyándonos en las habilidades y destreza de cada uno de nosotros. En mi caso, con desempeño en servicios de Urgencias, tanto en el sistema público como privado, y en la consulta dedicada con énfasis en fomentar los cuidados en base a la crianza con apego, con la convicción de que está en nuestros manos entregar aunque sea una palabra de apoyo cuando el alicaído sistema de salud no nos entrega las herramientas ni los recursos óptimos, y en base a eso podemos hacerlo más cálido y acogedor. Porque a fin de cuentas eso es la Medicina, el arte de sanar no sólo con medicamentos de última generación o en base al examen de mayor complejidad, sino a también a sanar el alma con un palabra de aliento, un abrazo o un apretón de manos en el momento cuando todos somos vulnerables frente a alguna enfermedad.

El ejercicio de la Medicina se ve cada día más expuesto a desviaciones de su concepción original, en donde el respeto, la prudencia y el secreto profesional constituyen entre otras, características esenciales en la práctica de nuestra profesión médica. Es fácil olvidar los principios fundamentales de la bioética que deben ser el paradigma en nuestro actuar. No se puede concebir que un Médico sea solamente técnico, mero aplicador del conocimiento, sino que requiere de un profundo sentido del humanismo y, sobre todo, de gran capacidad de decisión frente a las distintas situaciones que se presentan.

Sé que en muchas partes del mundo hoy 3 de diciembre no es el día del Médico, pero no hay que pasar por alto esta fecha tan especial, aunque para mi la celebración de esta fecha son los 365 días del año, ya que con un GRACIAS o la sonrisa de un paciente nos sentimos los seres más especiales aunque llevemos 24 horas de turno en el cuerpo.

Les deseo un feliz día del Médico, a los que son y a los que serán, disfruten y jamás se olviden del dolor ajeno, y de aquella relación tan importante que es parte de nosotros, la relación médico-paciente.

Con cariño, Doctora Mamá.