domingo, 26 de junio de 2016

Carta abierta a Bernardita Danús

Bernardita, para empezar te cuento que nunca acostumbro a escribir este tipo de respuestas en formato "Carta Abierta" a ningún tipo de artículo, de ningún diario o blog porque también soy bloggera y fiel defensora de la libertad de expresión. Tampoco lo hago porque sencillamente tengo muy poco tiempo, pero esta vez haré la excepción y no puedo dejar de responderte en el que también es mi espacio y puedo opinar lo que se me dé la gana. 
De partida, no sabía quién diablo eras pero esta semana vi tu nombre en varios comentarios precisamente de los grupos y páginas de maternidad y crianza que tú tanto detestas. Y bueno, te googlié, y a grosso modo lo primero que vi fue que en el The Clinic Online te definen como una adolescente de 19 años, egresada del Villa María, de papá Opus Dei y mamá de misa diaria, con un blog llamado "Polera de Perro" creado por ti para criticar al "mundo ABC1" en el que vives. Hasta ahí todo okey, nada que llamara mi atención.
Entré a tu blog y me di el trabajo de leer algunas entradas tuyas, porque hay que entender el contexto en que escribe un bloggero, y pude ver que en general en tus entradas sobre ir a Starbucks o "los zorrones" utilizas un lenguaje adolescente y soez pero que entendiendo que su fin es satirizar, nuevamente hasta ahí todo okey (tengo el detector de sarcasmo en Mode-ON todo el tiempo).
Yo celebro que en un ambiente tan conservador como en el que te identificas seas capaz de manifestar tu crítica social en un blog, pero debes saber que la libertad de opinión en las redes sociales debe funcionar en todas direcciones y que utilizar un recurso tan bajo como descalificar a las madres primerizas para parecer "súper chora" no te hace ser la bloggera irreverente del momento, que es lo que precisamente les criticas a esas mujeres: creerse mejor por lo que tú piensas y opinas. No confundas sarcasmo con ofensa, y la vulgaridad no hace tu opinión más potente. 
Definitivamente no eres mejor que la Vieja Cuica, Josefa Wallace, Fraulein Nico por Nicole Putz o la misma yuyaa, sólo por nombrar a alguna de mis favoritas, ¿y sabes por qué? Porque ellas son referentes del momento y se han ganado la popularidad pero no en base a descalificar a través de la ofensa. Yo en tu blog sólo veo a una adolescente comentando críticas vacías, sin ganas de generar cambios en su vida ni en la vida de los demás, sólo intentando ser popular en su segmento social y de edad, a costa de escribir lo que sea para lograr los 5 minutos de fama. Y créeme que estás en tu derecho de seguir haciéndolo, porque para eso eres ama y señora de lo que publicas en tu blog, pero así también yo tengo el derecho a opinar que tu blog y tus entradas no entregan ningún aporte, quizás sólo un poco de humor a quienes se sienten identificados con tus reflexiones ABC1.
Tu famosa entrada "Tú no entendí" no reviste mayor análisis. De partida, no creo que lo primero que hayas visto al abrir tu Facebook sea esa entrada de Peppa Pig porque dudo que entre tus amistades y contactos hayan madres o padres que publiquen ese tipo de cosas. Si eres consecuente con tu postura, los habrías eliminado o bloqueado hace rato para no ver sus publicaciones. Pero poniendome en el supuesto que fuera verdad, te cuento que apuntaste tus dardos al segmento equivocado: las embarazadas y las puérperas que se trastornan de amor con sus guaguas. Es probable que no tengas idea que en esa etapa de la vida de las mujeres ocurren potentes cambios hormonales que modifican el cerebro y con ello el actuar de la mujer (y del hombre que se convierte en padre también, por cierto).
Tú crees que actuamos como si nos hubiésemos vuelto tontas o locas al ser madres pero te cuento que hay estudios que demuestran que el cerebro de la madre se transforma literalmente durante el embarazo, pues aumentan considerablemente las conexiones neuronales en áreas como el hipocampo (centro dedicado a la memoria emocional). Todas aquellas estructuras que se dedicarán al comportamiento maternal, básicamente situadas en el sistema límbico (lo que algunos llaman cerebro medio), realizarán un cambio gigantesco porque el cerebro de la madre se prepara para asumir la responsabilidad de garantizar la supervivencia del nuevo ser.
Los sentidos también se agudizan con el fin de poder estar más atenta a los hijos. Por ejemplo, el sentido del olfato se hace más fino durante el embarazo y el parto, y en este momento se activan las estructuras cerebrales dedicadas al mismo. Esto parece ser debido a la hormona Prolactina. Ocurre igual con la audición: las madres suelen reconocer el llanto de su bebé entre diferentes llantos. La capacidad visual también aumenta, a fin de preservar a su niño de los potenciales peligros. Aunque el sentido más importante es el del tacto. Las partes del córtex cerebral dedicadas al tacto se hallan cambiadas en la maternidad. Por ejemplo, en estudios con animales, se ha visto que la zona del cerebro dedicada al pecho dobla su tamaño durante el tiempo de amamantamiento. Cuando una madre toca a una guagua y ésta la toca a ella, recibe información sutil pero muy poderosa, sobre cómo es su guagua, sobre qué siente y sobre cómo es su relación con ella.
Las madres, al dar a luz, tienen que hacer frente a una multitud de tareas nuevas y a la vez. Es habitual estar cocinando y hablando por teléfono, o aprovechar mientras duerme la guagua para lavar, hacer las camas, limpiar la cocina, pintar mandalas, ir al gimnasio o conectarse a las redes sociales para compartir fotos de la guagua si una quiere. Todo esto en una sociedad donde se exige mucho a las nuevas madres, y sobre todo a las que somos profesionales e intentamos compatibilizar maternidad y trabajo. Porque sí, somos cada vez más las mujeres que queremos y podemos hacer muchas cosas más a la vez, como volver a nuestros trabajos después del post natal.
Pero eso no es todo. Gracias a la hormona Prolactina, que funciona a nivel cerebral como neurotransmisor, las madres son más valientes. En las madres lactantes, por ejemplo, su nivel en sangre es hasta 8 veces superior al habitual. Como si la maternidad fuera un poderoso programa de afirmación personal, las madres están dispuestas a pelear siempre a favor de sus hijos y todo lo que tenga que ver con su forma de criar. Y esta capacidad de pelea puede reflejarse en la gran cantidad de comentarios negativos que has recibido en tu Twitter y en tu Instagram en respuesta a tu entrada sobre las madres primerizas, los cuales has visto e incluso compartido para seguirte burlando.
Para finalizar te diré que según la evidencia médica, el cerebro de la mujer durante la maternidad se halla en uno de sus momentos más plásticos (es decir, momentos de más crecimiento neuronal y mayores conexiones entre neuronas). Nada más lejos de volverse tonta o loca por publicar fotos u oler el pañal. La mente de una madre no está para memorizar o acordarse de detalles que son superfluos en comparación con cuidar a su guagua, su cerebro está muy ocupado con un objetivo de mayor trascendencia: criar a un ser humano. Sin embargo, hoy mientras mi guagua dormía su siesta, me acordé de tu nombre y decidí responderte.

Saludos de una madre primeriza.

Entrada original "Tú no entendí" en el siguiente link:


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