martes, 10 de noviembre de 2015

La gran mentira de los sitios Anti-vacuna

Uno de los primeros artículos que publiqué en este blog fue sobre Pau, el niño de 6 años que murió a consecuencia de la difteria, que vivía en Olot (Gerona), al que sus padres habían decidido no vacunar. Este hecho, además de provocar la pérdida de una vida, trajo a España una enfermedad que llevaba erradicada desde hace casi tres décadas gracias, precisamente, a las campañas de vacunación. Mi posición sobre las vacunas es clara y tajante, y en dicho post la di a conocer: cada cual cría a su hijo como quiere SIEMPRE Y CUANDO no se ponga en riesgo la vida y la salud del niño. Y el no vacunar es exponer no sólo a mi propio hijo sino también a los hijos de otros.

Para mi gran sorpresa, esta semana he encontrado un reciente estudio presentado en el Encuentro anual de la Asociación Americana de Salud Pública de Chicago (3 de noviembre, 2015), llamado “Why are anti-vaccine messages so persuasive? A content analysis of anti-vaccine websites to inform the development of vaccine promotion strategies”, liderado por la Dra. Meghan Moran de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg de Baltimore, quien junto a su equipo han analizado las estrategias que siguen cerca de 500 sitios web de colectivos anti-vacunas para propagar sus ideas.

El trabajo ha constatado que más de dos tercios de estas webs hacen referencias a terminología científica para apoyar la idea de que las vacunas son peligrosas. Más de dos tercios indican que las vacunas son peligrosas (65,6%) y casi la misma cantidad aseguran que causan autismo (62,2%). Además, cuatro de cada diez de las webs (41,1%) dicen que las vacunas causan daño cerebral y el 64,7% utiliza alusiones a evidencias científicas que en realidad no lo son, mientras que tres de cada diez (30%) recurre a anécdotas para apoyar estas afirmaciones. Usan mucho palabras como "opción", libertad" e "individualismo", y también promueven comportamientos considerados “positivos”, entre ellos la alimentación saludable (18,5%), la ingesta de comida orgánica (5,2%) y la lactancia materna (5,5%).

Para su estudio, los investigadores analizaron los sitios con contenido acerca de las vacunas infantiles. Utilizaron los buscadores Google, Bing, Yahoo y Ask Jeeves con términos como “peligros de la inmunización”, “peligro vacuna” y también buscaron tendencias de Google. Tras la eliminación de duplicados, obtuvieron una mezcla de sitios web personales, blogs, páginas de Facebook y sitios web de salud. O sea, en juerga médica, vendría a ser "Evidencia tipo X".

En el análisis, se codificó el contenido de la desinformación sobre vacunas, la fuente de esa información errónea y el tipo de tácticas de persuasión utilizadas.También se registraron las conductas y valores promovidos por estos sitios web para ver si algunas de estas estrategias podrían ser usadas con un objetivo inverso: el de promover la vacunación.

Creo que la lección que nos deja este estudio tras el análisis de estas webs es que los profesionales del área de la salud debemos comunicar a los padres que dudan sobre la necesidad de vacunar a sus hijos de una forma más cercana y que aclare sus preocupaciones, reforzar en cada visita médica cuáles son los mitos en torno a esto y difundir las fuentes confiables de evidencia científica. Porque sería muy dificil luego culpar a sitios como "Detengan la Vacuna" por una desición mal informada, como les ocurrió a los padres de Pau luego de su fallecimiento, quienes se sentían engañados por haber seguido esta corriente anti-vacuna, que muy a pesar mio y de la comunidad médica en general, cada día cobra más seguidores.


Referencia bibliográfica:

Meghan Moran et al. "Why are anti-vaccine messages so persuasive? A content analysis of anti-vaccine websites to inform the development of vaccine promotion strategies". American Public Health Association's Annual Meeting in Chicago (3 de noviembre, 2015).
https://apha.confex.com/apha/143am/webprogram/Paper329083.html

Con cariño, Doctora Mamá.


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