sábado, 22 de agosto de 2015

La Lucha de Joselyn Díaz y Mateo

Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2015 realicé un concurso fotográfico junto a Medela Chile, el cual tuvo una gran convocatoria. Si bien todas las historias y fotografías que nos llegaron eran hermosas, hubo una en particular que me emocionó enormemente, y no sólo a mí sino a todos los seguidores de la página porque fue la que más votos obtuvo. Me refiero a la historia de Joselyn Díaz y su pequeño Mateo.

Terminado el concurso me puse en contacto con ella para la entrega de su regalo y quise saber un poco más de su conmovedora historia. Si bien el embarazo es complejo para toda mujer, cuando se asocia a un cáncer, el resultado puede ser devastador. Es así como comienza el relato que hoy comparto con ustedes, con la autorización de la ganadora.

Joselyn Díaz, tiene 31 años, vive en Santiago, es Técnico en Enfermería, Terapeuta Floral y se define como una enamorada del baile. Estaba buscando ser madre desde hace cinco años, en medio tuvo una pérdida (Octubre de 2013), y en Mayo del año siguiente descubren que tenía un tumor de ovario el cual tuvieron que intervenir: resultó que tenía endometriosis, una enfermedad que consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero. 

—“Me dijeron que me costaría ser madre, pero que no era imposible”, dice Joselyn. Finalmente en Octubre del 2014, su Médico esperaría hasta Febrero de 2015 para ver si se embarazaba o sino pasaría al paso de la reproducción asistida. 

—“Yo con toda mi fe quería y sentía que llegaría de forma natural, pero en Diciembre de 2014, me apareció una “pelota” dura (del tamaño de una pelota de taca-taca) muy palpable en la mama derecha. Esa semana yo estaba con muchos ensayos para una linda presentación de villancicos de navidad, ya que amo la danza. Pasó una semana entre que me detecté la pelota y fui a médico. Me mandó a hacer una ecotomografía mamaria y en el mismo examen me dijeron que debía hacerme, ojalá al tiro, una mamografía, porque se veía un poco sospechoso el bulto. Me hice la mamografía y a los días, me llaman para ir a conversar con la Tecnóloga. A esas alturas yo presentía que no andaban bien las cosas...”.

Cuando le entregaron el informe, éste concluía que el estudio de la mamografía presentaba un BIRADS 5, lo que quiere decir que había aproximadamente un 95 % de probabilidad que el tumor fuera maligno. Con ese examen concurrió al Ginecólogo, quien le dice que con ese resultado tenía prohibido embarazarse, y le indicó hacerse una biopsia. 

—“Yo entendí perfectamente que la cosa no era muy positiva. Y resulta que a los 3 días me entero que estoy embarazada: un balde de agua fría. Lo que tanto soñábamos, en el momento menos oportuno”. 

Le tomaron la biopsia, avisando por supuesto, que estaba embarazada. En menos de 7 días la llamaron para que fuera a retirar el resultado y se dirigiera a su médico  asignado cuanto antes. Cuando el resultado de una biopsia concluye un BIRADS 5, se activa inmediatamente el GES, para diagnóstico de cáncer de mama y derivan a un especialista en patología mamaria. Cuando llega a ver a su Ginecólogo, él se entera de su embarazo y de su diagnóstico de Carcinoma ductual infiltrante de mama grado 3, por lo que lleva su caso a un comité, en el cual se discute su caso y concluyen que deberá esperar hasta la semana 12 de embarazo para extirpar toda la mama, para no provocar daños en el feto. Y así comienza todo. 

—“Los cinco primero meses estuve en reposo absoluto por desprendimiento de placenta, en medio fue la operación. Fue un tiempo difícil, de mucha incertidumbre. Gracias a Dios mi pequeño resistió bien la operación, y el ganglio centinela salió sin metástasis. Un alivio grande. Mi recuperación fue dolorosa, sentir que tienes “achurrascado” el pecho es atroz. No me impresionó verme mutilada, eso es muy curioso, sabía que era por sanidad y aparte hice una carta de despedida a mi mama, lo deseaba y eso me ayudó mucho. Después vinieron las quimioterapias, y lo que ahora viene es Tamoxifeno por 10 años. Mi embarazo ha sido la verdad que no sé como describirlo, ha sido una luz en medio de todo. Nunca he dudado de la fuerza de mi pequeño luchador, y en general yo le he transmitido tranquilidad y alegría. Yo he tenido un buen embarazo emocionalmente hablando”.

Su equipo médico le ha dicho que el cáncer que tuvo tiene un lado bueno y uno no tanto. Lo bueno es que no tuvo compromiso de ganglios, y lo malo es su edad, ya que tiene  mayores posibilidades de que el cáncer vuelva porque su cuerpo joven reproduce a una mayor velocidad las células, son más vitales por decirlo de alguna manera. Y le queda un largo camino por vivir aun. Eso aumenta las probabilidades.

—“Hay dos cosas que me comentaron respecto a la quimioterapia y el embarazo, pero sólo son probabilidades: la primera es que tenga un parto prematuro y la segunda es que la quimioterapia frene el crecimiento intrauterino de Mateo. La verdad es que la segunda ya no se dio, al menos hasta ahora. Pues tiene un gran peso mi pequeño, tengo 32 semanas y pesa 1,970 kg. Muy pronto sabré cuándo programan mi parto, porque deben adelantarlo un poquito para no retrasar tanto mi tratamiento. Deseo parto normal, sin anestesia si es posible. Bueno, no sé qué más puedo pedir?”.

Posterior a su parto, Joselyn debe seguir su tratamiento con Tamoxifeno (medicamento  que se emplea como terapia complementaria para el cáncer de mama) por 10 años, pero no es compatible con la lactancia. 

—“Yo le pedí a mi doctor que por favor me dejara amamantar a mi bebé aunque sea un mes, a lo cual accedió. Por lo tanto, ese tiempo debo aprovecharlo al máximo y deseo almacenar mi leche para los siguientes meses, cuando ya no pueda amamantar a Mateo. Sé las propiedades maravillosas que tiene la leche materna y no quiero privar a mi pequeño de ese tesoro”.

Muchas veces, hay lactancias complejas por distintos motivos, tal como la mía, tal como la de Joselyn y como la de muchas otras madres que por distintas razones no logran consolidarla en el tiempo. Pero esta gran historia de amor y superación frente a la adversidad, nos enseña que cuando una madre desea sacar su lactancia adelante, ni siquiera el cáncer la puede detener. Mis mejores deseos para Joselyn y su pequeño Mateo que está por nacer, dos vencedores en esta hermosa historia.

Con cariño, Doctora Mamá.


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